Ni bisturí ni bótox: Ester Expósito lo aclara todo (y se queda tan ancha)
Ester Expósito sigue rompiendo barreras
Ester Expósito ha dicho basta. Y no en cualquier sitio, sino en una entrevista para Elle, donde se ha despachado a gusto contra los rumores, los comentarios sin sentido y los análisis faciales nivel CSI que la persiguen cada vez que sube una foto. ¿La acusación estrella? Que se ha hecho “300 intervenciones” en la cara. Y ella, harta, responde: no me he hecho ninguna cirugía, solo me hidrato los labios. Fin del misterio.
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Porque sí, la actriz ha crecido, ha cambiado y, sorpresa, no sigue teniendo 17 años como en Élite. Pero eso no le ha impedido acumular teorías locas sobre bótox, bisturís y “transformaciones”. Según dice en Elle, está acostumbrada ya, pero al principio –cuando era “superjoven”– no entendía nada. Ahora, ni le va ni le viene… pero sigue flipando.
Del bisturí imaginario al espionaje callejero a Ester Expósito
Más allá de los retoques que nunca fueron, lo que realmente la saca de sus casillas a Ester es la obsesión por grabarla en su vida privada. No en eventos, ni rodajes, ni photocalls. No. En su día a día, saliendo, cenando o simplemente existiendo. “Me graban cuando estoy de fiesta y no estoy trabajando”, comenta indignada. Y tiene toda la razón. Porque una cosa es ser famosa, y otra muy distinta que te traten como si fueras parte del mobiliario urbano.
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Ester Expósito también lanza una crítica con dardito elegante: no entiende por qué la gente se cree con derecho a invadir así la intimidad de las figuras públicas. No solo graban, también venden, difunden y opinan como si fuera su hobby nacional. ¿Resultado? Un catálogo infinito de “antes y después” sacados de ángulos raros y suposiciones absurdas.
En resumen: sí, ha cambiado. Como todo el mundo que crece. No, no se ha reconstruido la cara en secreto. Y sí, está harta de que la persigan más que a un político en campaña. Lo bueno es que, al menos, lo ha dicho con elegancia, claridad y ese toque de reina del drama chic que solo ella puede manejar.