Ni Cannes ni Netflix: el mejor momento de Ester Expósito sigue siendo su baile en cuarentena
Ester Expósito sigue arrasando en Instagram
11 de abril de 2020. Sábado por la noche, el mundo encerrado en casa y una pandemia viralizando retos absurdos, directos de cocina y aplausos desde los balcones. Pero entre tanta locura doméstica, Ester Expósito, con un simple “Vamossss con ese sábado nocheeeee”, subía un video bailando en su habitación que, sin querer, se convirtió en historia pop de la cuarentena.
Cinco años después, ese clip sigue siendo el momento más viral y recordado de su cuenta de Instagram. Sin producción, sin campaña, sin que nadie lo viera venir. Solo ella, una coleta alta, top ajustado y un meneo de caderas más efectivo que cualquier vacuna emocional. Fue sensual, fue simple, fue perfecto. Y sobre todo, fue real.
Cuando el mundo estaba en pausa, Ester Expósito le puso ritmo
La habitación de fondo, la cómoda llena de maquillaje, la luz natural entrando por la ventana… todo tenía estética de improvisado, pero el resultado fue puro oro digital. Mientras media España se peleaba por hacer pan o subía retos en TikTok, Ester reventó el algoritmo bailando en bata emocional, sin buscarlo ni esperarlo.
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Ese video no solo se convirtió en su clip más comentado: lo transformó en un símbolo global del confinamiento. No era una promo, no había filtros, no había filtros de TikTok ni efectos raros. Era ella en su esencia. El éxito fue tan salvaje que incluso años después se sigue compartiendo como si fuera nuevo. Se ha convertido en una cápsula del tiempo que encapsula la cuarentena, el encierro… y el arte de no hacer nada, pero hacerlo bien.
De aquel cuarto a la alfombra roja
Hoy, Ester Expósito está en otro punto totalmente distinto. Alejada de “Élite” y de su etapa más mediática en redes, ha virado hacia proyectos más selectivos, películas de autor y campañas de moda de alto nivel. Ya no publica tanto, ha bajado el ritmo influencer y ha apostado por una faceta más centrada en su carrera como actriz.
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Y sin embargo, ese video sigue siendo inalcanzable, como si el mundo se hubiera puesto de acuerdo en que ese era su momento más genuino. Ha trabajado con grandes marcas, ha desfilado por Cannes, ha sido portada de revistas internacionales… pero nada ha superado la energía de ese sábado noche en pandemia. Fue el clip que marcó un antes y un después en su imagen pública.
Una leyenda viral que sigue viva
Lo curioso es que Ester nunca intentó repetirlo. No ha habido secuelas, ni reposts, ni ediciones deluxe. Nada. Dejó que el video viviera solo, flotando entre likes y comentarios nostálgicos. Y ahí sigue, inamovible. Una coreografía sin pretensiones, grabada con el móvil, que acabó formando parte del imaginario colectivo digital.