Georgina Rodríguez arrasa (pero mal) con su vestido en la gala de Netflix: “Qué hortera”
Georgina Rodriguez nunca pasa desapercibida
Netflix tiró la casa por la ventana para celebrar sus 10 años en España, y lo hizo con una gala en Madrid que reunió a la. flor y nata del famoseo patrio. Entre looks espectaculares, elegancia medida y poses de catálogo, hubo una aparición que se llevó todas las miradas… pero por motivos discutibles. Hablamos, cómo no, de Georgina Rodríguez y su ya famoso vestido que ha sido bautizado por media internet como “el más hortera de la noche”.
Lo suyo no fue pasar desapercibida, desde luego. Apostó por un diseño que parecía sacado de un cruce entre videoclip de reguetón y telenovela de sobremesa: escote al límite, aberturas imposibles, brillos como para encandilar al satélite y un color que todavía no sabemos si era rosa, fucsia o neón nuclear. El caso es que brillaba. Y no en plan metáfora.
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Mientras tanto, en otra dimensión estética, estaban Ester Expósito, Blanca Suárez y Clara Lago demostrando que no hace falta parecer un árbol de Navidad para deslumbrar. Ellas iban en clave sofisticada, tonos neutros, cortes limpios, estilismo pulido… y sin necesidad de gritar “¡miradme!” con cada lentejuela. Resultado: elegancia suprema y aplausos sin estridencias. Luego estaba Georgina, que parecía estar en otra gala.
Moda de impacto de Georgina Rodríguez, pero del que deja marca
Lo más comentado no fue su presencia, sino su elección. Las redes sociales, que no perdonan ni un volantazo fashion, se llenaron de comentarios afilados. “Qué hortera”, “el dinero no compra el gusto”, “eso no es moda, es un despropósito” o el muy popular “aprende de Ester” inundaron Twitter, Instagram y hasta los grupos de WhatsApp. Porque lo que parecía ser un look de estrella terminó convirtiéndose en meme en tiempo récord.
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Y no es que Georgina no tenga presencia, eso no se discute. Pero una cosa es tener actitud y otra es plantarte en una gala de alto copete vestida como si fueras a presentar una gala de fin de año en Miami. No es cuestión de dinero (que tiene de sobra), es cuestión de tino. De saber cuándo parar. De entender que a veces, menos brilla más.
La comparación era inevitable: mientras Ester Expósito iba de Jacquemus y caminaba como si flotara, Georgina iba de “efecto wow” pero acabó en “efecto WTF”. Y eso que tenía todo para acertar: cuerpo, fama, atención asegurada… pero el vestido fue como un karaoke desafinado en mitad de un concierto de orquesta. Ruido, mucho ruido.
Así que sí, Georgina fue viral. Pero no por arrasar con estilo, sino por demostrar que, en eventos así, el exceso tiene un precio. Y esta vez no fue en euros, fue en memes.