Georgina Rodríguez y su transformación Kardashian: misma pose, mismo brillo, mismo drama

La influencer Georgina Rodríguez recibe muchas críticas en Instagram

La influencer Georgina Rodríguez en sus redes

Georgina Rodríguez ha vuelto a hacer de las suyas en Instagram y el algoritmo se ha puesto a aplaudir como si no hubiera mañana. Esta vez, la foto de rigor no ha sido con Cristiano, ni con los peques, ni siquiera desde un jet privado. No. Esta vez, Georgina ha desplegado su versión más Kardashian mode on y, claro, los comentarios no han tardado en saltar como palomitas: que si se cree Kim, que si va camino de ser la sexta hermana, que si el siguiente paso es un reality en Calabasas.

Georgina Rodríguez en una de sus publicaciones en Instagram
Georgina Rodríguez en una de sus publicaciones en Instagram

Y es que la imagen lo tiene todo: maquillaje de guerra, curvas milimétricamente marcadas, pose de estatua griega en versión deluxe y un vestuario digno de pasarela de Miami. A eso le sumas un filtro que te deja la piel como mármol pulido y el resultado es el cóctel Kardashian perfecto. Solo faltaba que pusiera de fondo un “Bible” o un “I’m so blessed” y ya nos íbamos todos al suelo.

Georgina Rodríguez o cómo pasar de Jaca a Calabasas en un solo post

Georgina ya hace tiempo que juega en esa liga. La de las fotos sin arrugas, los vestidos imposibles, los bolsos con más valor que un coche de gama alta y las uñas más afiladas que los comentarios de Instagram. Pero esta vez el parecido razonable con las Kardashians ha sido tan evidente que ni hacía falta etiquetar a Kim para que se notara el homenaje.

Y ojo, que no es crítica. Georgina lo sabe y lo potencia. Tiene claro que su imagen vende y que cuanto más glamour, más titulares. Lo mismo posa en una alfombra roja que en el salón de su casa como si fuera una sesión para Vogue Arabia. ¿Resultado? Los likes se disparan, los comentarios se dividen y ella sigue sumando fama, seguidores y joyas tamaño “te rompo la muñeca”.

Así que sí, puede que la Georgina original ya no exista del todo. Lo que hay ahora es una mezcla entre celebrity europea, empresaria de marca propia, madre todoterreno y, cómo no, aspirante Kardashian con pasaporte español. ¿Próximo paso? Un reality en Netflix titulado “Soy Georgina… pero podría ser Kim”.

Y viendo cómo va la cosa, igual ni nos parece tan raro. Al final, Georgina no necesita ser una Kardashian. Ya ha aprendido el truco: parecerlo basta para que el mundo mire, comente… y le suban las visitas.

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