Pilar Rubio en modo National Geographic: cuevas, niños y mucha paciencia

Pilar Rubio sabe combinar muy bien todas las facetas de su vida
Cuando tu marido juega en la liga mexicana y te pasas media vida entre vuelos y nuevas ciudades, lo normal es que acabes descubriendo rincones que muchos ni saben que existen. Eso es justo lo que le está pasando a Pilar Rubio, que ha cambiado el plató por el pasaporte y esta semana se ha dejado ver en las Grutas de García, en Nuevo León, junto a sus hijos. Una visita que no fue en plan influencer, sino en modo mamá exploradora con niños a cuestas y actitud de «aquí se aprende o se aprende».
En lugar de hoteles de lujo o brunchs con vistas, Pilar ha apostado por un plan 100 % natural, con toques de aventura y muchas estalactitas. Porque sí, las cuevas también son territorio viral si vas con los protagonistas adecuados: sus cuatro hijos, que se han convertido en sus mejores compañeros de ruta por tierras mexicanas.
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Y nada de poses forzadas: Pilar compartió varias fotos en Instagram donde se la ve feliz, relajada y disfrutando en familia de este rincón mágico a las afueras de Monterrey. Vestida de forma cómoda pero siempre estilosa, demostró que se puede ser madre, acompañar a un futbolista y aún así encontrar momentos para hacer turismo con los peques.
Las Grutas de García: entre fósiles, niños y una madre todoterreno llamada Pilar Rubio
Estas grutas, con más de 60 millones de años de historia y restos marinos incrustados en sus paredes, son uno de esos lugares que mezclan ciencia, naturaleza y un poquito de ejercicio físico (subir al teleférico con niños ya es una experiencia aparte). Y allí estuvo Pilar, paseando entre columnas de roca y estalactitas como si llevara toda la vida guiando excursiones escolares.
La visita no fue casual. Desde que Sergio Ramos fichó por el Club América, México se ha convertido en la segunda casa de la familia. Y Pilar, lejos de quedarse en la rutina, está exprimiendo cada momento para conocer el país de arriba abajo, cuevas incluidas. Lo mejor es que lo hace sin artificios: lo comparte tal cual, sin postureos ni filtros innecesarios.
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Entre una foto y otra, dejó claro que este tipo de planes son los que de verdad suman. No por lo «instagrameable», sino por lo que significan: tiempo de calidad con los suyos, aprendizajes sobre el terreno y experiencias que, por mucho jet privado que tengas, no se compran.
Así que sí, Pilar Rubio se ha convertido en embajadora no oficial del turismo familiar en México. Y viendo lo bien que lo hace, más de uno ya está buscando vuelos para hacer el mismo recorrido… con o sin teleférico.