Rosalía tiene un problema, y grave, con sus fans

Rosalía durante uno de los conciertos de su gira Motomami
Rosalía se ha evaporado de las redes. Así, sin despedida, sin teaser, sin una mísera nota vocal. Y aunque al principio la cosa parecía un descanso merecido, ahora el ambiente entre sus fans huele a hartazgo. Cada día que pasa sin música nueva, su fandom se resquebraja un poco más. Porque sí, meditar está genial, pero llevamos un mes viendo caballos y puestas de sol… y ni rastro de un maldito beat.
Su última publicación fue casi una oda al “no estoy para vosotros”: imágenes de estudio musical que queda muy bien en Instagram, pero que no llena playlists. Cero avances del cuarto disco, cero señales de que haya un estudio cerca, y mucho silencio. ¿El resultado? Fans con las uñas comidas, los oídos secos y las expectativas por los suelos.
Los comentarios lo dicen todo. Pasaron del “tómate tu tiempo, reina” al “ya vale, ¿no?”. Algunos incluso se preguntan si ha perdido las ganas, si está bloqueada o si directamente ha colgado los cascos para dedicarse a la vida bucólica. Y mientras tanto, TikTok ya empieza a olvidarla. Porque el internet no espera a nadie, ni aunque te llames Rosalía y tengas Grammy.
Rosalía, la reina del hype, se queda muda (y eso no gusta)
Lo más grave no es que no haya música. Es que no hay ni un gesto, ni un “estoy en ello”, ni siquiera un post para calmar al personal. Y cuando desapareces así, la gente llena los vacíos con teorías, memes y decepciones. Porque cuando has acostumbrado al mundo a bops como “Despechá” o “Motomami”, no puedes simplemente convertirte en influencer de bienestar rural.
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La cosa es sencilla: su público no quiere silencios, quiere canciones. No quiere puestas de sol, quiere beats. Y aunque el misterio siempre ha sido parte del encanto Rosalía, ahora ese silencio ya suena a “me da igual”. Y eso, en tiempos de engagement diario, se paga caro.
La Motomami siempre ha jugado con los tiempos y los silencios. Pero ahora, más que misticismo, transmite distancia. Cada día sin novedades, se acumulan los unfollows y los “era fan, pero ya no”. Y cuando ese goteo se hace constante, ni el mejor disco puede revertirlo del todo.
Rosalía, por favor: menos desaparecer y más estudio. Que el arte está bien, pero tus fans también tienen límites.