Tamara Falcó y el supermodelo que hablaba menos que una planta: la cita más muerta de Europa

La celebrity española Tamara Falcó

La celebrity española Tamara Falcó

Ni castillos, ni crucifijos, ni vestidos de firma. Lo que realmente humaniza a una celebrity es tener una cita tan incómoda que hasta el camarero siente vergüenza ajena. Y eso justo es lo que le pasó a Tamara Falcó, que ha soltado una de sus joyitas personales en El Hormiguero y ha dejado al público entre la risa y el espanto.

La marquesa más mediática de España ha revelado que tuvo una cita con un supermodelo en Milán (porque claro, si vas a tener una cita desastrosa, que al menos sea con alguien que sale en campañas de Armani). Todo apuntaba a noche de ensueño… hasta que abrieron la boca. Según Tamara, la conversación fue tan forzada y surrealista que por momentos parecía un diálogo entre dos Google Translators intentando ligar.

 

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Nada de química, cero chispas y un silencio incómodo que se podía cortar con el cuchillo del pan. En palabras de la propia Tamara: “Fue la peor cita de mi vida”. Que viniendo de alguien que ha visto de cerca más de una boda frustrada y tiene experiencia en realities sentimentales, eso es mucho decir.

Ni Tamara Falcó se salva: del glamour al drama mudo

La cita fue tan desastrosa que ni el vino ni la atmósfera de Milán pudieron salvar la noche. Ni un “¿vienes mucho por aquí?” ni un “¿te gusta el arte renacentista?” lograron romper el hielo. Al parecer, el guapísimo modelo tenía más músculos que temas de conversación, y Tamara, aunque divina, no pudo sostener el peso de una velada con más silencios que un convento a medianoche.

 

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Lo más gracioso es que, a pesar del momento «cringe», lo cuenta con esa mezcla de gracia pija y desparpajo que la han convertido en uno de los iconos pop más surrealistas del panorama nacional. Eso sí, si alguna vez se hace un biopic de su vida, que incluyan esta escena con música de violín triste y un primer plano a cámara lenta.

Moral de la historia: ni todos los guapos son interesantes, ni todas las citas con glamour garantizan risas. Y Tamara, por suerte, nos lo sigue contando como si fuese el mejor capítulo de su serie personal.

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