Kim Kardashian se marca un throwback noventero y revienta Instagram con 13 años y sudadera oversize

Kim Kardashian es una de las reinas de Instagram
Kim Kardashian ha decidido revolver cajones, desempolvar recuerdos y darle a Instagram una buena dosis de nostalgia noventera. La empresaria más influyente del mundo del contour y los negocios digitales ha subido una foto de cuando tenía 13 años, y el internet ha colapsado (otra vez). Nada de maquillaje, ni poses imposibles: solo una adolescente sentada, con sudadera azul, camiseta blanca, melena suelta y una lima de uñas en la mano. Lo justo y necesario para decir: “Ya era un icono y ni lo sabía”.
La imagen, titulada “1993 by Linds”, parece sacada de una película de instituto con vibes de Nirvana y MTV en bucle. Kim aparece relajada, sonriendo con esa mezcla entre inocencia y confianza que solo dan los 13 años y la certeza de que algún día vas a conquistar el mundo. Y sí, sin una gota de rímel ni trampa digital de por medio.
Kim Kardashian:de adolescente con flow a imperio
Lo más curioso es que, pese al look totalmente casual, los comentarios se han llenado de mensajes del tipo “es igualita a North” o “Chicago ha copiado la cara de su madre”. La genética Kardashian, al parecer, también tiene contrato de exclusividad para el carisma. Y claro, la foto ha generado miles de likes, fuegos, emojis llorando y un par de “yo también vestía así, pero sin esa actitud”.
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Kim no es nueva en esto de rebuscar en su pasado, pero esta publicación ha sido especialmente potente. En un mundo donde todo está hiperfiltrado, ver una imagen tan cruda (pero tan bien) ha sido como volver a respirar aire de los 90. Esos años donde las sudaderas te tapaban medio cuerpo y aún no sabías qué demonios era un algoritmo.
Y aunque la adolescente de la foto todavía no era la jefa de un imperio multimillonario, ni había inventado las fajas sexy ni los selfies estratégicos, la mirada ya lo decía todo. Había madera de estrella. Sin flashes. Sin focos. Solo una escalera, una lima de uñas y una actitud que decía: “Dame unos años, que voy a liar una buena”.